Ánimas
(Relato Breve)
(Relato Breve)
Tocaron la puerta de la noche oscura y se encontraron el eco sordo de un vacío inesperado. Sus dientes tiritaban de frío y la negra frazada no alcanza a cubrirlos. La neblina lo inunda todo, los esperados pasos al otro lado no terminan de escucharse, la casa parece vacía.
Imposible ver a a un metro de ellos y sólo les queda darse esperanzas ante el silencio del umbral denegado. Se escuchan, se hacen callar, quieren saber si hay alguien aún allí. No hay luz encendida. Nadie en el camino supo dar razón. Nadie les hizo caso.
El último trago de café no viene a la memoria, es un fútil recuerdo. Nada les trae alivio.
Un inmenso madero del que cuelga una aldaba oxidada, moho, humedad agobiante, la columna de piedra, los pasos que no llegan. "¡Fue hace unas horas apenas!".
Nadie los espera, "¿Quién habría de hacerlo?". En la tarde los llantos, las coronas de flores, los enlutados trajes. Esa sensación de que nadie los ve. La tierra húmeda que cae sobre los cajones, la sensación de angustia, de ahogo, los golpes, "¡Aquí estamos!, ¿Qué hacen?". De nuevo, arriba, ahora, aquí, no sabemos que ha pasado. Sólo esperamos a que nos abran la puerta. Tenemos frío, estamos fríos. El perro ladra. No me reconoce, no nos reconoce. ¡Vaye perro!".
Imposible ver a a un metro de ellos y sólo les queda darse esperanzas ante el silencio del umbral denegado. Se escuchan, se hacen callar, quieren saber si hay alguien aún allí. No hay luz encendida. Nadie en el camino supo dar razón. Nadie les hizo caso.
El último trago de café no viene a la memoria, es un fútil recuerdo. Nada les trae alivio.
Un inmenso madero del que cuelga una aldaba oxidada, moho, humedad agobiante, la columna de piedra, los pasos que no llegan. "¡Fue hace unas horas apenas!".
Nadie los espera, "¿Quién habría de hacerlo?". En la tarde los llantos, las coronas de flores, los enlutados trajes. Esa sensación de que nadie los ve. La tierra húmeda que cae sobre los cajones, la sensación de angustia, de ahogo, los golpes, "¡Aquí estamos!, ¿Qué hacen?". De nuevo, arriba, ahora, aquí, no sabemos que ha pasado. Sólo esperamos a que nos abran la puerta. Tenemos frío, estamos fríos. El perro ladra. No me reconoce, no nos reconoce. ¡Vaye perro!".
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