Decidí acercarme a la Feria internacional Libro de Venezuela (De Caracas, en todo caso) en los espacios del parque “Generalísimo Francisco de Miranda” Parque del Este. No puedo quejarme, la pasé muy bien. De verdad son múltiples las opciones para quienes queremos hacernos de buenos ejemplares para eso de lo que tengo como manía: leer.
Las Librerías del Sur, la Casa del ALBA, el Espacio Dedicado a los Comics y el Gran Pabellón, además de los múltiples stands y la comida al final. Por allí me di un paseo donde terminé una vez la máxima de un amigo: El papel pesa. ¡Y vaya como pesa!.
Pero como “Sarna con gusto no pica”, me di a la tarea de comprar cual niño en piñata, mi buena dosis de literatura para 2011 (Aunque confieso que no he terminado la que compré para 2010).
En la Librería del Sur me di mi gustazo comprando mi primera carga literaria: “30 Años de Historia de los Cursillos de Cristiandad” (Soy culpable de mi afición por este tipo de textos), “La Rebelión Antiesclavista del Negro Miguel y su trascendencia en el Tiempo”, por Reinaldo Rojas. El infaltable –que leí alguna vez en mi mocedad- “País Portátil”, de Adriano González León. “Bolívar y Santander, Dos Visiones contrapuestas”, escrito por José Sant Roz. “La Nación Latinoamericana”, de Manuel Ugarte. “La comuna de París” de H. Prosper-Olivier Lissagaray y el trabajo del Perro y la Rana con los Cuentos Orales del desaparecido y siempre recordado Caimán de Sanare: “Sin decí una garrra ´e Mentira”.
En el Área de Stands (Le di ese nombre, no soy de estar leyendo mapas y guías en espacios libres), entre tantas buenas opciones y el saber que no puedo andar inventando, pues no tengo tanto espacio en mi librero, hice un acto de supremo voluntad y sólo compré un par de
materiales, el primero, “Tito, La biografía del Líder Comunista que Gobernó Yugoslavia desde 1945 a 1980”, por Jasper Risdley (El Mariscal Tito siempre me ha resultado una figura fascinante) y el segundo, una verdadera joya para los que amamos el arte y ciencia audiovisual del documentalismo y el cine: Una colección de cuatro ejemplares con su respecto material audiovisual: “Bandas Sonoras del Cine”, “Directores del Cine”, “Guionistas de Cine” y “Diseñadores de Vestuario”, de autores varios y editado por Editorial Océano. De verdad no me arrepiento de cargar los 4 kilos que pesan estos ejemplares.
con eso, ya con mis espaldas adoloridas (Tomé la precaución de llevar mi morral vacío) cumplí con una vieja deuda que tenía para conmigo y adquirí del siempre grande Eduardo Galeano “Espejos” y “Las Palabras Andantes”, sendos libros para ponerle un poco de arte a mi pragmatismo político y excesos religiosos. Un placer, de verdad.
Finalmente, y no menos importante, me sentí atraído por un hermoso –si hermoso- ejemplar del “Sagrado Corán”, pero lamentablemente no lo pude adquirir porque los turcos –sí turcos- que lo vendían –como otros tantos en la Feria, un asunto a considerar, de verdad- no tenían Punto de Venta (Adminículo electrónico para el cobro a través de tarjeta de Crédito o de Débito) y me tuve que conformar –aunque no lo lamento- con cuatro pequeños e ilustrativos folletos –bastante económicos, y de impecable presentación- sobre el islamismo: “El Profeta Muhammad (La Paz sea con él) y su Misión Profética”, “La Necesidad de un Diálogo Interconfesional, una perspectiva Musulmana”, “Islam y Democracia” y “El Sermón de Despedida del Profeta Muhammad” (La Paz sea con él). Demás está decir que los marca libros que me regalaron de la Editorial Fuente, que los publica, fueron el detallazo: Muy serios, para ser honesto.
Sería injusto dejar de mencionar los tradicionales espacios y los regalos culturales de siempre como la Revista Memorias de Venezuela con sus discos interactivos, además de los materiales ilustrados informativos proveídos por el Ministerio de Comunicación sobre los avances de la Revolución. Sin desperdicio.
En total entre gratuidades, ofertas y caprichos no gasté más de 400 BsF, y no me voy a quejar. No puedo decir que haya arrasado con toda la Feria, porque no fue así –considerando a un compañero de causa que terminó gastando cerca de 1300 BsF- y debo tener presente que un par de semanas antes ya había comprado cerca de 200 Bolívares en una inesperada, pero agradable feria en el Hotel Humboldt en el Parque WarairaRepano hace cerca de un mes.
2 comments:
Camarada!...Muy buen comentario de FILVEN.
En realidad muy bien escrito fue lo que quise decir.
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