Revolución
(Para no olvidarte)
(Para no olvidarte)
Quiero
detenerme a contemplar, dejar de pensar en esas oscuras nubes que siempre se
aproximan; ignorar aquel aire frío que te llega a los huesos, a esa eterna tormenta
que siempre llega y te empapa los pantalones. ¿Es tanto pedir?, ya no tengo
memoria de cuando todo era más sencillo. De cuando sólo con desearlo, no te
alcanzaban los pálpitos del corazón para gritar la emoción que querían expresar.
Quiero
regresar y olvidar mucho de lo vivido, empezar de nuevo y repetir con
desvergüenza mis errores. Aplaudir los pecados cometidos y defenderme con
sofismas y acertijos plagados de farsas. Quiero ser yo de nuevo y vivir lo
mismo. Pero lo que no deseo es olvidarte: mantenerte en mi memoria para así
extrañarte y derramar cuentos cortos de lo poco o mucho que quizás viví
contigo. Quiero que seas ese único recuerdo y que quedes impregnada allí, como
si te trataras de una fantasía, de un deseo reprimido, de un querer platónico
jamás intentado.
Al
despertar cada mañana, incluso desde niño, aguardaré tenerte entre esos sueños
infantiles. Te esperaré en la entrada de la escuela como si de una verdad te
trataras. Te dedicaré mi primer poema, trazaré nuestros nombres cruzados por
una flecha en un torpe corazón, pero nadie sabrá quien eres. Estarás seguramente en
mis castos sueños pubescentes.
Levantaré
un manifiesto desde un púlpito improvisado y llevaré tu nombre atado a mi brazo escrito en un rojo listón.
Diré que eres mi inspiración, muchos querrán conocerte y sólo atinaré a
complacerlos con entusiastas relatos con tu besos como protagonistas.
Mientras
deseen saber quien eres, también esperaré por tu llegada; no me adelantaré,
esperaré a que vivas aquello que tantos celos me daba. A su debido tiempo, me
encargaré de conocerte, de acercarme, de presentarme y de no adelantarme a lo
que habremos de vivir. Procuraré no enamorarte y soñaré con que te conocí desde
siempre.
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